amanece un nuevo dia en francia y la claridad del dia me sorprende preparando las maletas para volverlas a colocar en la rojita
una nueva mirada hacia mi compañero de ruta y compruebo que sigue con su costumbre de racanear unos minutos retorciendose en la cama.
hoy nos esperan algo mas de 960kms hasta llegar a nuestro destino, un pequeño pueblecito italiano al ladito de la mitica ciudad de imola.
el tiempo algo fresco es ideal para andar en moto, hoy todos o casi todos los kms los haremos por autopistas casi todas de peaje.
pense que al ir por autopistas la ruta seria monotona y aburrida, pero nada mas incorporarnos a la A-9 descubro que no, las autopistas francesas son un hervidero de coches, camiones y demas vehiculos
en fin una via llena de vida.
lo primero que compruebo es que tenemos que andar con mil ojos, pues los coches e incluso los camiones se te metian en tu carril sin miramientos y sin apenas darte opcion a cambiarte de carril, una autentica locura
los kms pasaban sin apenas darnos cuenta y sin apenas darnos cuenta se unio a nosotros un acompañante inesperado y molesto.......el viento.
que manera de soplar, las motos cabeceaban y bailaban a un son que a duras penas eramos capaces de acompañar
y tras una larga lucha con tan incomodo acompañante y como recompensa a nuestros esfuerzos, aparecio ante nosotros la costa azul...
en el sureste francés también conocido como ribera francesa, uno de los centros mundiales del turismo y residencia de numerosos personajes célebres, que alberga localidades de referencia como Montecarlo, en el Principado de Mónaco, Saint Tropez y Cannes.
decidimos darnos un respiro y hacer un pequeño alto en el camino y visitar la ciudad de niza
dimos un paseo por el puerto deportivo y fuimos objeto de muchas miradas, pues nuestra vestimenta, vestidos en mono de cuero y de cordura estaba fuera de lugar en semejante paisaje,
eso no nos amedrento y continuamos haciendo alguna que otra foto y paseando entre lujosos yates, tambien saciamos nuestras secas gargantas con unas refrescantes "sin" en el local la chunga
de vuelta de nuevo a la carretera, el calor era sofocante y sin ningun aparente contratiempo, la marcha se ralentizo, pues las vistas que teniamos ante nuestras retinas, eran dignas de ser vistas.
el mar se unia a la tierra y los pueblos y ciudades parecia que flotaban en el mar, un espectaculo digono de ver y que mi pobre vocabulario es incapaz de narraros la belleza de dichas vistas.
los kms pasaban a la misma velocidad que los molestos y costosos peajes que nos despidio de francia y que nos recibio en italia.
la costa se fue alejando de estos viajeros que buscaban llegar a su destino.
ahora no nos equivocabamos pero tambien debido a que mi sobrino conecto su gps y los continuos cambios de autopista no supusieron ningun problema para estos viajeros.
si las autopistas francesas eran bulliciosas que decir de las italianas y ademas mucho mas peligrosas por la forma de conducir de los italianos, donde en mas de una ocasion estuvimos a punto de dar con nuestros huesos en el suelo, yo no soy bueno conduciendo pero que mal conducen en italia.
los coches se cruzaban de carril, los camiones se ponian a adelantar sin mirar al carril que se incorporaban
en fin un caos
y ante tanta tension decidimos hacer un nuevo alto en el camino, lo mismo que yo en esta narracion.
continuara.........................
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