Juguete sexual: aquí tienes las reglas para llevarlo de viaje

De hecho, hay quien jura que, en pleno viaje en tren, su maleta empezó a vibrar a un ritmo frenético. De hecho, basta con una ligera e involuntaria presión sobre el botón de encendido y listo. Y llegado ese momento, o haces como que la maleta no es tuya y esperas imperturbable a que se agoten las pilas, o tienes que lanzarte a una misión de recuperación bajo la mirada curiosa de todo el vagón. En otras palabras, es mejor pensar en ciertas cosas con antelación.

Entre los temas más espinosos podría estar el del control en el aeropuerto.

¿Recuerdas cuando pones todas tus cosas bajo la radiografía y un asistente mira lo que tienes en tu equipaje de mano? Bueno, en algunos casos puede suceder que el chico de seguridad te pida que vacíes tu bolso. Por no hablar de la inconfundible silueta que resalta en el monitor y no deja lugar a dudas de qué se trata... Lo que ocurre más que nada si intentas llevar un consolador XL de acero inoxidable al interior de la cabina. O mármol. Pero también vidrio o madera.


En resumen, esto es lo que debes preguntarte (y saber) antes de salir de viaje con tu juguete sexual favorito. No sólo para que llegue seguro contigo a tu destino sino también para evitar sorpresas desagradables una vez que estés de vacaciones.

¿Puedo llevar juguetes sexuales en mi equipaje de mano?

Depende de los juguetes sexuales. Aunque no existe una regulación específica, algunos juguetes eróticos podrían causarte algunos problemas a la hora de embarcar. Los electrónicos, por ejemplo, pueden tener que sacarse de la bolsa y someterse a rayos X por separado, tal como se hace con la computadora y el teléfono celular. Más allá de la vergüenza, sin embargo, no deberían tener limitaciones particulares.

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