El gusano de seda nunca será una mariposa.

La verdadera importancia económica del insecto tejedor, el gusano de seda, es su larva.

Para los criadores de gusanos de seda, es el estadio de larva el que hay que alcanzar y no sobrepasar; nuestra polilla nunca será adulta.

El adulto alcanza una medida, una vez completada la metamorfosis, de unos 9 cm: la oruga es finalmente una mariposa. Si ha llegado a este estadio, el capullo se ha vuelto inservible.

Con la ayuda de un fluido de secreción interna y de sus patas, el insecto consigue hacer un orificio de salida, inutilizando el capullo y al mismo tiempo el hilo de seda que lo compone.

Es la fibra natural más larga que se conoce.

Los seritros son las estructuras que permiten al gusano de seda sacar la seda al exterior: son simples aberturas a los lados de la boca.

Todo comienza con dos glándulas internas, cuyo producto de secreción es la seda en estado fluido. En contacto con el aire, se solidifica para formar un hilo fino llamado baba.

La fibra textil tiene unas características excelentes, es ligera y al mismo tiempo fuerte y extraordinariamente bella.

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