El almacenamiento de los productos alimentarios es una fase de importancia fundamental para garantizar su vida útil. La finalidad es doble: por un lado, asegurar los productos, evitando el mÃnimo riesgo para los consumidores; por otro, evitar todo desperdicio alimentario, que además de representar un daño para el medio ambiente, tiene consecuencias también desde el punto de vista económico.
Requisitos de saneamiento del almacén de alimentos.
La normativa de un almacén de alimentos exige que las ventanas de las salas de manipulación dispongan de redes de protección para impedir el paso de contaminantes: estas redes deben ser desmontables, para poder lavarlas. Las salas también deben tener ventanas y/o puertas.
La normativa nacional en materia de salud e higiene también exige la idoneidad del sistema de evacuación de vapores y de ventilación para evitar los fenómenos de condensación. En cuanto a la ventilación, la norma de referencia para el tratamiento y suministro de aire mediante sistemas de ventilación forzada es la UNI 100339/1995.
Para obtener la autorización de almacenamiento de alimentos, es esencial que el sistema de agua garantice la higiene y, para ello, se basa en grifos de accionamiento no manual. También con vistas al almacenamiento de alimentos HACCP, todas las superficies que entran en contacto con la mercancÃa deben ser lavables, incluso en el caso de productos envasados. La altura de los locales viene indicada por la Ordenanza de Edificación del municipio correspondiente y se mide desde el suelo hasta el techo; no obstante, puede haber excepciones en función de los planos de zonificación.